jueves, 20 de junio de 2013

Subway

Vivir en una gran ciudad, como yo; no tener coche, como yo; y además vivir en un barrio periférico y colindante, como yo; te obliga a depender sí o sí del transporte público, como yo...

Los que ya estamos acostumbrados, y además hemos adquirido esta opción de vida, ya no nos es demasiado inconveniente. A mi, personalmente, me gusta coger el autobús o el metro. Prefiero el autobús, para evitar agobios, pisotones, y demás, y sobre todo por no andar bajo tierra. Pero por horarios, rapidez y evitar atascos, cojo mucho más el metro.

Aquí tenemos bastante asumido que vayas donde vayas, el trayecto dura media hora. Eso es así! Que vas al centro: media hora; que vas al centro comercial, media hora... Y quien dice media hora dice 25 minutos o 45... jajajaja. Por no hablar los días de lluvia. que entonces se colapsa la ciudad. Los semáforos no van, hay caravanas kilométricas, y afecta también hasta el metro, que se inunda siempre, y es cuando se vive el auténtico caos.

Y aquí empiezan las odiseas. Coges el metro en hora punta. Las horas puntas son terribles en verano, por el frío invernal de los aires acondicionados; y en invierno, por el calor insoportable. Todo esto acompañado de miles de personas que se congregan para hacerte compañía en tu viaje... con sus colores, sus olores, sus bolsos, mochilas, carpetas, bicicletas, maletas, carritos de bebés. Todo cabe!!!

Soy una tía observadora. Y me gusta observar lo que hace la gente en el metro, sobre todo. Está el impaciente, el que va con prisas y llega tarde, y desde la parada anterior se planta delante de la puerta y por ahí no pasa mas que él. El que lee; hay quien lee verdaderos tochos de buena mañana, hay quien escoge un libro más llevadero, el que lee el diario, y hasta el que se conforma con las ofertas del LIDL... También está el despistado, el que se le pasa la parada y lo ves con esa cara atónita y de desconcierto pensando en el tiempo perdido que va a tener que sufrir por haberse pasado de parada. El charlatán, ése que habla con cualquiera, el que no puede estar solo y se las ingenia para buscar un buen argumento al iniciar conversación.  Está el profe que lleva a 20 niños, con un griterío insoportable, de excursión. Está la señora mayor, maleducada, que hace levantar a cualquier persona para sentarse ella, porque ha pasado la tarde de compras y está reventada. El perroflauta, que se cuela en el metro con una bici enorme, un par de perros, y su flauta, claro. Están los guiris, que llevan mil mapas, mil guías turísticas y miran atónitos el gráfico del metro y parecen no entender nada; pero satisfactoriamente encuentran al parlanchín y les indica donde deben bajarse, donde pueden comer, y hasta dónde comprar los mejores souvenirs al mejor precio. Evidentemente, de los que más se prodigan son los que van pegados al móvil. Me reconozco entre ellos... Y después está el que duerme. He llegado a ver a gente dormida de pie! A estos les dedicaré una entrada... ¡porque da para ello!

Y por último están gente singular como el de la foto, hoy dedicada a mi Gaveta, con todo el cariño del mundo.



martes, 11 de junio de 2013

Barbie y Ken existen...

Justin Jedlica... menudo individuo, por no llamarlo algo peor. He dado con él por casualidad, es lo que tiene esto de internet, que entras a buscar algo que te interesa y acabas leyendo vida y prodigios de este tal Justin.

Parece ser que su objetivo en esta vida es convertirse en Ken, el "marido" de Barbie. Pero vamos a ver, hombre de Dios, ¿tú eres consciente de que Ken es un puñetero muñeco? ¿tú sabes que la perfección no existe? Tú lo que eres es TONTO. Siento ser tan directa, pero creo que tonto es un calificativo que se le queda muy muy corto.

Este señor se ha sometido ya a más de 90 cirugías plásticas. Esto conlleva un gasto indescifrable, pero además horas de quirófano, recuperación y demás. De verdad que lo encuentro una aberración.

Investigando un poco más he "descubierto" también a la Barbie de carne y hueso, Valeria Lukyonova, otra que tal. Y por lo visto ambos se llevan a muerte... jajajaja!!! ¡Lo que hay que ver! Ella no se ha operado la cara, sólo se ha aumentado el pecho. Es decir, que su "belleza" es natural. Con lo que dice de él que "ha dicho cosas malas sobre mí, pero él se ha hecho más de 90 operaciones y yo únicamente una. No lo oculto, me puse implantes mamarios porque quiero ser perfecta". A lo que él le responde:“Gran parte de su belleza se debe a su maquillaje, al pelo falso y a los estrechos corsés. Las 'drag queens' llevan provocando las mismas ilusiones durante años”.

Creo que ambos deberían haberse sometido a un estricto régimen educacional en el que su única neurona se hubiera multiplicado por millones y hubieran hecho de estos dos seres alguien mucho más interesante.